Meylin Su
@MeylinSu
Buena alimentación, un estricto entrenamiento y mucha fortaleza fueron claves en la preparación de Jeaneth Argandoña, nuestra actual Campeona Nacional de Fisicoculturismo y recientemente Campeona Sudamericana 2012.
A pesar de las dificultades, Jeaneth Argandoña obtuvo el premio. Fuente: lamula.pe
El fisicoculturismo en el Perú todavía no es un deporte de interés nacional, pero aún así nos acaba de regalar un nuevo título sudamericano a nuestro país ganado en el XXXVIII Campeonato Sudamericano Uruguay 2012 realizado del 06 al 09 de septiembre pasado.
Jeaneth Saskia Argandoña practica por más de diez años este deporte, el cual le ha dado la satisfacción de obtener varios trofeos y medallas. Ella brinda asesoramiento personalizado en Body fitness y es Licenciada con maestría en Educación Física, graduada de la Universidad Federico Villareal.
Después de una mañana de entrenamiento en el gimnasio nos contó su motivación al tomar la decisión de seguir este deporte: “Llegó a mi vida de casualidad, no lo busque, una amiga de la universidad que hacia halterofilia me invitó a uno de sus entrenamientos, de inmediato dije esto en lo mío, porque yo soy una mujer de carácter y acá me disciplino”.
No todas las personas tienen las condiciones y características físicas necesarias para practicar el fisicoculturismo. Ella tampoco la tenía, pesaba solo 47 kilos y físicamente no era apta para realizar el deporte. Sin embargo nuestra deportista obtuvo el trofeo nacional. “Yo no tenía genética para ser fisicoculturista, porque se requiere gente mesoforma, es decir que tienen tendencia al desarrollo de la masa muscular. Entonces, yo he ido contra mi genética porque soy una persona ectomorfa difícil de ganar peso” menciona Jeaneth Argandoña.
Todavía nuestra sociedad no entiende el ritmo de vida de las personas que practican fisicoculturismo, lamentablemente Jeaneth fue víctima de algunos prejuicios sociales. “Por ejemplo, si yo me pongo un top y salgo a pasear por el parque, la gente se sorprende que una mujer haya desarrollado su masa muscular. Por lo contrario, las personas que han viajado a otros países o que van a un gimnasio, me felicitan por ser una mujer fisicoculturista, porque saben que detrás de cada centímetro de masa muscular hay mucho trabajo, mucha entrega y sacrificio” afirma Jeaneth.
Nuestra deportista mantiene un entrenamiento físico muy disciplinado y una rutina diaria en alimentación a las que no puede fallar. Ella entrena dos horas diarias, tiene un entrenamiento funcional, realiza varios estiramientos para evitar las lesiones y jamás se olvida de su equipo completo y sus accesorios para protegerse.
Pero esta deportista también puede darse algunos gustos cuando no se acerca algún campeonato, “El entrenamiento es diferente fuera de temporada. Por ejemplo, si me hacen una invitación para comer un pollo a la brasa, puedo asistir y me puedo comer hasta un pollo entero, pero solo con ensalada porque las papas fritas no las conozco hace diez años. Pero cuando estamos preparándonos para una competencia nos sometemos cuatro meses a dietas drásticas privados de frutas, verduras, sal y azúcar. En esta etapa comemos limpio porque buscamos definición muscular” argumenta.
La campeona nacional, por ser competidora libre, tiene que poner de su propio presupuesto para cubrir los gastos de cada torneo, dice que algunas firmas la apoyan, pero la ayuda no complementa ni el 20% de la inversión. Enfatiza que este deporte es bastante costoso, porque tiene que consumir alrededor de un kilo de carne al día durante todo el año, sin contar el costo de la ropa deportiva, accesorios, suplementos y los controles médicos.
Finalmente, Jeaneth Argandoña comparte un mensaje para todas las personas que quieran incursionar en este deporte: “Para ser un buen fisicoculturista tienen que cumplir todos los días su entrenamiento, ir al gimnasio, no olvidarse de las loncheras, los suplementos, y tratar de dormir lo antes posible después de todo un día de trabajo. También ser alguien decidido, responsable, tener un equilibrio emocional, porque tenemos que entregar nuestra vida personal y aislarnos inclusive de la familia”.
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