¿Alguna vez has visto una papaya que quepa en tu mano? ¿Has probado la chalarina o la pitahaya? ¿Qué tal un refrescante jugo de aguaymanto?
Probablemente algún nombre se te haga conocido, sin embargo, para el común denominador de nosotros, algo extraños y exóticos.
Pero resulta que todos estos frutos son oriundos de la sierra y selva del Perú y que no sean muy conocidos o difundidos no significa que sus propiedades nutritivas sean menos sorprendentes o sus sabores menos exquisitos.
Este año la Sociedad de Gastronomía (APEGA) ha hecho énfasis en promocionar los granos altoandinos, sin embargo, las frutas se han hecho su propia reputación en esta edición y no es necesario que se las promocione. Por sí solas son un verdadero atractivo por sus colores, tamaños y formas, muy distintos a las frutas tradicionales que estamos acostumbrados a comer.
El chamburo o papaya serrana es muy parecido a la papaya tradicional que consumimos casi a diario en desayunos o ensaladas, la diferencia es que ésta es mucho más pequeña y puede caber en la palma de una mano. Es rico en enzimas digestivas como la papaína y lo puedes consumir cocinado o al natural.
La berenjena o sachatomate es oriundo de los Andes y es bastante parecido al tomate común, aunque es de forma más ovalada. Lo puedes consumir fresco en ensaladas dulces o saladas o quizás para darle sabor a un ají casero. Contiene gran cantidad de vitamina C, en realidad su proporción es de 7 veces más que en los limones y naranjas y es fantástico como regenerador de tejidos.
Típica de Cajamarca, la chalarina parece una manzana de color verde limón pero no lo es. Tiene un alto contenido de calcio y antioxidantes. Es ideal para las personas que no puedan consumir cítricos y necesiten de vitamina C. Se consume en jugos, ensaladas de frutas, licores, mermeladas y para todo aquello que nuestra imaginación desee. Un sabroso postre, por qué no.
La pitahaya, pitaya o fruta del dragón, está compuesta en un 90% de agua y es rica en hierro, calcio y fósforo. Funciona como un laxante natural, es ideal para personas que necesitan depurar las toxinas de su cuerpo.
El poro poro o tumbo es una especie trepadora que se produce en la zona quechua. Actualmente está siendo muy demandado para preparar platillos de la cocina novo andina. Se consume en jugos y su pulpa se usa como la del maracuyá. Tiene alto contenido de vitamina C y ayuda a combatir los cálculos renales el cocimiento de sus hojas sirve para tratar los males estomacales y urinarios.
El sanky es una fruta andina que brota de un cactus. Posee diez veces más vitamina C que la naranja, por lo que es perfecta para prevenir la gripe. La puedes comer como si fuera una tuna, de igual manera, la debes pelar con cuidado para no hincarte.